La energía solar fotovoltaica consiste en la conversión de la radiación solar en corriente eléctrica mediante el uso de celdas fotovoltaicas que debido al efecto fotoeléctrico transforman la luz que incide sobre ellas en electricidad.
Estas celdas, hechas comúnmente de silicio, se interconectan entre sí formando un módulo fotovoltaico, o más comúnmente llamado panel solar.
Los módulos fotovoltaicos pueden dividirse en función del tipo de celda que lo constituye, las mismas pueden ser monocristalinas, policristalinas o amorfas y se diferencian principalmente en el proceso de fabricación, costo y eficiencia de conversión, que es la relación entre la radiación solar que recibe y la corriente eléctrica que genera.
Actualmente la tecnología más utilizada es la de celdas policristalinas, con una eficiencia de conversión de aproximadamente un 15%, mientras que las amorfas alcanzan el 7% y las monocristalinas un 19% pero tienen un costo muy superior.
Una de las magnitudes más importantes de los módulos fotovoltaicos es la potencia pico que generan y su unidad de medida es el Watt-pico (Wp). Es decir, la potencia eléctrica que generan en condiciones normalizadas (condiciones de laboratorio). La potencia que genera un módulo fotovoltaico depende, entre otros factores, del rendimiento del panel solar y por supuesto de cuánta radiación solar recibe. Para conocer cuánta energía eléctrica generará un módulo fotovoltaico, se utiliza el dato de irradiación media mensual y se realiza la estimación mes a mes. Argentina cuenta con un gran potencial de aprovechamiento de la energía solar.
En cuanto al mantenimiento requerido de los sistemas fotovoltaicos, el mismo es muy bajo y se trata básicamente de una limpieza de la superficie de los paneles. La regularidad de la misma dependerá principalmente de las condiciones climáticas de la zona, por ejemplo, en lugares secos se deberán limpiar más seguido que en otros donde hay lluvias abundantes.
En resumen, la generación distribuida fotovoltaica está compuesta de equipos cuya instalación es simple y en general, al no tener partes móviles, no requieren mucho mantenimiento. Son equipos modulares, lo que permite ampliar la instalación por etapas. Por estos motivos es la tecnología más utilizada a nivel mundial en las instalaciones de generación distribuida.
FUENTE:
www.argentina.gob.ar