Desde la implementación de la Ley 27.424, a través de su reglamentación en 2018, los proyectos de Generación Distribuida comenzaron a concretarse, en algunas provincias con mayor celeridad que en otras, y en algunos segmentos de usuarios más que en otros.
Tendencias de la Generación Distribuida a nivel mundial
De acuerdo al último reporte de mercado de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), la energía solar fotovoltaica lidera la expansión de la ampliación de la capacidad instalada a nivel mundial. En el año 2023, esta tecnología contribuyó con el 65% de la expansión. Los proyectos de Generación Distribuida fueron responsables de, aproximadamente, la mitad de la ampliación de la capacidad fotovoltaica mundial (IEA, 2023).
La Generación Distribuida en la Argentina
Argentina registra, actualmente, 1.454 instalaciones que suman casi 27 MW (Régimen Nacional de Generación Distribuida, datos acumulados a septiembre de 2023).
En relación a otros países de la región luce poco (Chile tiene actualmente aproximadamente 130 MW, México, 2.000 MW y Brasil 23.000 MW), pero debe destacarse que la potencia instalada en Argentina casi se triplicó en los últimos tres años, registrando un crecimiento promedio anual de aproximadamente 70% (2021-2023).
Si se analiza la relevancia de la Generación Distribuida en el total de la potencia instalada fotovoltaica a nivel país, se registran 1312 MW de energía solar fotovoltaica, de los cuales solo 27 MW son Generación Distribuida: el 2%. Este valor deja entrever el largo camino que todavía queda recorrer en la Argentina. A modo de ejemplo, se pueden mencionar los casos de otros países de la región, donde la participación de la Generación Distribuida sobre el total de capacidad instalada fotovoltaica es significativamente mayor, como en Costa Rica (81%), Brasil (66%), México (20%) y Uruguay (15%). En caso de avanzar en el Plan Nacional de Transición Energética al 2030 y de cumplirse la Meta Nacional de instalar 1000 MW de Generación Distribuida al 2030, la Generación Distribuida podría alcanzar al 20% de la potencia total instalada solar fotovoltaica.
Alcanzar los 1000 MW al 2030 no es una meta elevada si se la compara con la realidad de otros países. La Argentina podría, tranquilamente, tener una meta aún más ambiciosa. No obstante, pensando en la meta de los 1000 MW, la tasa de crecimiento promedio anual de la potencia instalada en Generación Distribuida deberá ser del 70%, que equivale a decir que se debe mantener el mismo ritmo de expansión que entre 2021 y 2023. No suena inalcanzable. Y está claro que la Generación Distribuida llegó para quedarse.
Así ocurre en la mayoría de los países del mundo, tanto en los países europeos o asiáticos como en muchos de los países latinoamericanos. Sin embargo, para que la Generación Distribuida continúe desarrollándose en la Argentina, es necesario que ocurran, en simultáneo, una serie de factores: i) estabilidad del contexto macroeconómico, propicio para el desarrollo de inversiones y que permita la disponibilidad de insumos para el sector; ii) disponibilidad de financiamiento, con condiciones favorables, para “repartir” el peso de la inversión en el tiempo; iii) certidumbre sobre las tarifas de energía eléctrica, que permita al sector privado calcular el repago de las inversiones; y iv) completitud del marco normativo (adhesión y reglamentación de las provincias que todavía no lo hicieron, creación del registro de instaladores calificados y actualización de los beneficios establecidos en la norma).
FUENTE:
www.portalsolar.com.ar